
Saludos y respuesta a “Anónimo”
Me invitas a dar un paso más, no haciendo un comentario “Light” sino más profundo y así definirme. Acepto tu sugerencia y espero poder complacerte y dejar clara cual es mi postura sobre el tema.
Las caricaturas han enfrentado a dos sociedades que comparten el siglo XXI, pero que están a muchos años de diferencia, incluso siglos, y que además lo hacen a diferentes velocidades.
La europea, el mundo occidental en general, ha alcanzado un status democrático donde goza de libertades y derechos. La musulmana está muy lejos de disfrutar de las ventajas de una democracia. Mientras las primeras han construido estados laicos, las segundas se rigen todavía por la ley coránica. Dos maneras distintas de ver y entender el mundo.
Entiendo que las caricaturas no son el núcleo del problema, sino que han servido a otros intereses que las han usado para enfrentarse a Europa y manifestar su enojo al mismo tiempo que insinuaban su fuerza en posibles enfrentamientos de todo tipo.
Por eso hecho de menos que algún representante de los quince millones de musulmanes que habitan en Europa no haya defendido nuestro modelo de sociedad y los valores que se derivan de él. Al fin y al cabo se están beneficiando de él al vivir entre nosotros.
Entre esos valores, y no el menos importante, está la libertad de expresión, que desde mi punto de vista no debe ser recortada, pero si y no es pedir autocensura, ejercerse de manera responsable, sin superar el respeto que nos debemos unos a otros.
Un abrazo
Felipe
PD.- Estoy de acuerdo con Mario Vargas Llosa: Europa no ha sabido estar a la altura de las circunstancias y ha dejado sola a Dinamarca. Algo que también han hecho los EE.UU. con Europa. Coincido con la crítica a los partidos de izquierdas que curiosamente han estado desaparecidos en este asunto.
Y otra idea que comparto y que considero de mayor calado es la de apoyar a los islamistas moderados a caminar hacía sociedades laicas donde puedan tener acogida valores democráticos y el respeto a los derechos humanos,