La otra mirada de la tele

Consumir – y no ver, ni mirar, ni usar – la televisión es una de las características de esta sociedad del siglo XXI. La llamada “caja tonta” llena a la sociedad de su escala de valores. Valores que poco a poco van siendo aceptados y asumidos por los teleespectadores. Pero merece la pena que nos paremos a preguntarnos ¿quién decide estos valores? ¿Responden a modas? ¿Llevan segundas intenciones? Por poner unos ejemplos que pueden ser significativos y opuestos. No existe en España una serie televisiva en la que no aparezca uno o más personajes homosexuales como actores principales de la misma. Al mismo tiempo en varias de las de más éxito suelen aparecer sacerdotes cuya actuación deja mucho que desear. Creo que no todo se debe a la libertad de expresión. También están de moda las grabaciones con cámaras ocultas y eso me parece un atentado a la intimidad de las personas. Por eso pienso que debemos ser conscientes de que la televisión no siempre refleja la realidad y no olvidar aquellos consejos que nos animaban a aprender a encenderla y a apagarla, a no verlo todo, a no dejarnos engañar por la publicidad y muchos más. Solo así podremos ver la tele con otra mirada, una mirada que nos ayude a convivir, comprender y consumir mejor el fascinante mundo que nos muestra la “caja mágica” cuando deja de ser “caja tonta”

0 amigos opinan: