
Siguiendo la estela de El Código Da Vinci, en el que se ponían en duda doctrinas católicas, han ido apareciendo en el mercado libros que intentaban dar, con visos de realidad, versiones diferentes sobre Jesús de Nazaret y la doctrina de la Iglesia Católica.
Al mismo tiempo como reacción al intento de los fundamentalistas norteamericanos sobre el creacionismo y su intento de enseñar en la escuela como teoría científica la creación del mundo por Dios han ido apareciendo en Europa y en USA libros que intentan demostrar la no existencia de Dios.
Siempre han existido las personas que se declaran ateos o agnósticos desde su visión de la vida y su convencimiento personal digno de todos los respetos.
Ahora sin embargo vemos una forma de ateísmo defendida entre otros, por Richard Dawkins en su libro : El espejismo de Dios; Cristopher Hitchens en su obra : Dios no es grande y Victor J. Stenger en : Dios: la hipótesis fallida, que no es una nueva forma de pensar sino una autentica critica agresiva y descarada a la religión.
Rechazan la existencia de Dios atendiendo a la libertad individual y a la igualdad humana en la que la muerte de Dios sería un bien social ya que la religión fuerza a la gente a comportarse de manera cruel y violenta, es un fraude y no hay diferencias entre el racismo y la religión. La religión educa a los niños en el odio a los no creyentes, llegando a asegurar que el Estado debería proteger a los menores de las creencias de sus padres.
Lamentablemente en esta crítica feroz no abunda el rigor de ateos ilustres como: Demócrito, Pomponazzi, Laplace, Marx, Engel ,Bakunin, Camús, Jean-Paul Sartre, Bertrand Russell, etc, y si parece predominar una moda y un interés crematístico.
Los libros dedicados a este ateísmo nuevo han vendido más de un millón de ejemplares en el año 2007.