
Las encuestas realizadas en los países de nuestro entorno nos hablan de las dificultades para entender una editorial de un periódico o de los problemas que conlleva comprender un manual técnico. Dificultades que afectan a un 30 % de los habitantes de dichos países ente los que se encuentran España y Francia.
Las personas incapaces de manejar información y de comprender argumentos están a merced de cualquier slogan, agitador, guión o rostro televisivo. Y eso, no cabe duda, rebaja inevitablemente la calidad de nuestra convivencia. La capacidad de informarse, criticar las ideas, evaluar los argumentos, justificar las propias ideas u opiniones aumenta de nuestra calidad de vida.
Por eso es conveniente que tengamos presente que leer no es un nuevo adorno, ni un modo más de divertirse o de matar el tiempo. Sino que es una forma de adueñarse del lenguaje o lo que es lo mismo adueñarse de la inteligencia y dignificar nuestra convivencia.
¿O es una exageración por mi parte?
