Camilo José Cela decía que le gustaban las siestas de pijama, orinal y padre nuestro. Podríamos decir muchas cosas sobre ella, pero no hay duda de las bondades, reales o imaginarias, que tiene la siesta como parte del estilo de vida mediterráneo. Por eso sigue de actualidad y gana adeptos día a día.
Yo me inclino por una de poco tiempo, 20-30 minutos; ideales para desconectar del ruido, del trabajo, de la tele. Unos minutos donde dejar vagar libres nuestros pensamientos, como si estuviéramos buscando nuestro tiempo, nuestro lugar; para reencontrarnos con nosotros mismos.
Nuestra cultura aúna el trabajo y el descanso junto a una consideración para los límites corporales ya que el cuerpo es el que carga con todas las tensiones y esfuerzos que hay que realizar a lo largo de nuestra vida.
Y vosotros ¿qué pensáis de la siesta?
1 amigos opinan:
a mí también me gustan las de 20-30 minutos, basta con poner 'aquí hay tomate' y consigo dormirme, y me despierto medio cabreada por la sensación de haber tenido sueños muy intensos y no ser capaz de recordarlos (los que tengo por la noche los suelo recordar mejor), es verano, a siestear!
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