¿y mañana, qué?

La vuelta a la actualidad de la banda terrorista ETA ha puesto de manifiesto, una vez más, la incapacidad que tienen, tenemos, los ciudadanos de este país para dialogar desde posiciones encontradas e intentar llegar a un punto de encuentro.
Al mismo tiempo,el atentado ha puesto de relieve las mentiras que han estado diciéndose durante los últimos años.
Entre ellas podemos enumerar: el deseo de negociar de ETA, la cercanía de la paz y las concesiones realizadas por el gobierno: autodeterminación, entrega de Navarra, etc. a la banda terrorista.
La inoperancia de la sociedad vasca y de Batasuna, invitada de piedra, que me parece quiere aparentar más de lo que es.
Un atentado que ha dividido aún más si cabe a la sociedad española que asiste atónita al enfrentamiento de los políticos, más empeñados en desacreditar al adversario que en aportar soluciones; haciendo lo que saben usar palabras huecas – propias de expertos en marketing- y frases ingeniosas, buscando el aplauso fácil, cuando los telediarios conectan con sus reuniones o mítines. Pero que parecen personas poco preparadas y poco dadas a usar ideas propias e incapaces de improvisar, de ahí la obsesión por las ruedas de prensa sin preguntas. Claro que saben que los ciudadanos de este país van a seguirles y a usar los mismos argumentos que han oído, ya sea a sus políticos o a los tertulianos de la radio y de la televisión sin realizar el mínimo análisis sobre lo que han oído o leído.
Pero la gran pregunta es: ¿Y mañana, qué?
Me gustaría mirar al futuro con optimismo, bajar al infierno a hablar con los diablos para convencerles que hay otro mundo mejor, (Imaz, presidente del PNV), seguir buscando la paz, donde sea posible, pero sobre todo en silencio, uno de los grandes ausentes en estos años, en los que todos hemos hablado, a voces, diciendo como había que hacer las cosas y sobre todo buscando destruir al que no pensaba como nosotros. Al fin y al cabo que haya opiniones diferentes a la mía no significa que yo esté equivocado, ni que esté en lo cierto.

4 amigos opinan:

Carlos dijo...

1.- "...incapacidad () para dialogar () e intentar llegar a un punto de encuentro".
ETA quiere construir Euskalerria incluidas las provincias francesas y Navarra, amnistía para todos sus presos, cese del acoso policial y judicial, autodeterminación.
Yo soy incapaz de ver un punto de encuentro, ¿ves tú alguno?
2.- "... que haya opiniones diferentes a la mía no significa que yo esté equivocado, ni que esté en lo cierto".
Totalmente de acuerdo. Solo que aquí unos opinan que son una Nación sin Estado y oprimida por España y Francia, y los otros que son una nación una de cuyas partes integrantes se llama Euskadi.
Decir que uno de los dos está equivocado es absurdo. Son dos visiones legítimas ambas. Lo que sucede es que en democracia todas las visiones pasan por el veredicto de las urnas y los que no tienen el respaldo mayoritario decidieron conseguir sus objetivos matando a sus adversarios políticos. Si Batasuna hubiera tenido mayoría absoluta ¿crees que alguien hubiera osado ilegalizarla? ¿no crees que ETA hubiera desaparecido ya?
El problema es que su respaldo social es escaso, aunque también creo que su rechazo no es ni unánime ni resolutivo.

felipe dijo...

Carlos, Estoy de acuerdo contigo, el poyo a Batasuna puede ser escaso y paradojas del destino su aceptación también. Aunque algunos se benficien de su existencia. Y deciden mirar hacia otro lado ante algunas de sus actuaciones.
Pero sigo pensando que es cuestión de buscar puntos de encuentro. ( todos, no algunos) Y esos puntos pasan por la Constitución. Nació en un momento determinado, pero podemos modificarla. No para los vascos sino para todos los españoles que tendrían algo que decir ya que nos afecta a todos. ¿Por qué no un Estado Federal?
Hoy por hoy todos sabemos que los deseos de independencia y de unión de las provincias vascas españolas, francesas y Navarra son impensables. Y también sabemos que no podemos seguir así.
¿Qué hacemos?

Diana L. Caffaratti dijo...

Felipe: creo que el intento de acercar posturas y hacer negociaciones ( en el buen sentido) es algo que siempre se debe preponer y tratar de hacer... Pero; què pasa cuando ya se ha hecho todo, parecìa que la cosa iba a cambiar y luego, fojas cero?
Hay una fàbula que suelo tener muy en cuenta: la del escorpiòn y la rana...
Felipe: tu inmensa fe en el hombre mismo, es admirable.

Carlos dijo...

Iba a enzarzarme en un debate sobre el estado federal, y sobre las intenciones de ETA, cuando he leído el comentario de Diana, y he de decir que el mío sobra.
Diana, yo soy incapaz de decirlo mejor.
Un abrazo a ambos.