Asistimos atónitos a la enésima confrontación árabe-israelí. Da la impresión de no ser importante para nosotros, como si no tuviese – en un futuro próximo – influencia en nuestras vidas.
Muchos creen que los musulmanes son gente violenta y fanática cuyas creencias y comportamientos son incompatibles con el modo de vida occidental.
Muchos musulmanes nos ven como gente que no les respeta ni sus creencias ni su forma de vida y somos el demonio a destruir.
El problema es que ninguna de las dos partes cree que sea posible llegar a un acuerdo o encontrar un equilibrio y que el enfrentamiento es inevitable. La intolerancia es esa incapacidad que tenemos los humanos en soportar lo diferente. La intolerancia contra los musulmanes va de la mano de la demonización de occidente por parte de los fundamentalistas árabes.
Cualquier solución debe luchar contra el nacionalismo enloquecido, el odio tribal y la intransigencia étnica y religiosa y fomentar los valores de la moderación y el respeto. Empezando por reconocer que la dignidad humana es algo tan grande que no cabe en una cultura, que cada cultura alimenta y desarrolla un aspecto de la dignidad humana y que e progreso siempre vendrá del diálogo entre las diferentes culturas.
Ghandi dijo: No quiero que mi casa esté tapiada por todos lados y mis ventanas condenadas. Quiero que las culturas de todas las tierras entren en mi casa con el viento, con tanta libertad como sea posible.
¡Menudo reto!
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¡Menudo reto y vaya temita polémico donde los haya! Tus comentarios son por regla general muy sensatos y ecuánimes, pero tan generales y abstractos... En este caso tu mensaje viene a decir: si fuéramos todos buenos y tolerantes, se arreglaría el problema. ¡Vale, Felipe! El problema es que no somos buenos aunque cada parte crea que lo es más que la otra. ¿Y los europeos? Tampoco. ¿Y la ONU? Tampoco.
Para empezar no lo fue Hitler con los judíos, con lo cual legitimó la postura sionista de reivindicar un Estado propio. No fue buena la ONU, que accedió a conceder un Estado a los judíos en buena parte por la mala conciencia tras el holocausto, pero debió haber habilitado un länder en el corazón de Alemania, en vez de quitarle a los palestinos un trozo de su tierra. No fueron buenos los árabes, (que no olvidemos fueron los primeros en incumplir las resoluciones de la ONU), quienes declararon la guerra a Israel desde el primer momento y han alimentado todo tipo de grupos terroristas que ayuden a alcanzar el fin que todos ellos persiguen: liquidar a Israel. No fueron buenos los judíos, porque aunque en legítima defensa, aplicaron su "ojo por ojo y diente por diente", con las nefastas consecuencias retroalimentadoras de odios que eso supone y que llegan hasta la actualidad. En fin, Felipe, aquí nadie ha sido bueno, todos tienen/tenemos una parte de culpa y no hay buenos ni malos, aunque ahora esté de moda, y con ZP al frente, demonizar a los judíos. Sólo queda buscar una solución a un problema que es consecuencia de un cúmulo de despropósitos y en este caso, amigo Felipe, creo que ni siquiera existe tal solución. ¿Se os ocurre alguna a vosotros?
Un saludo,
P.Gil
Yo creo en la educación. Ya sé que soy optimista, incluso muy optimista, pero el hombre sólo aprende a través de la educación en sus múltiples formas. Si no aprendemos a ser tolerantes con los otros estamos perdidos. A mis hijos, a mis alumnos yo les repito una idea constantemente: las personas son importantes, somos importantes. Todas las personas. Todo lo que no nos lleve por ahí es un fracaso. Permiteme un apunte personal. Creo en un Dios que al morir me preguntará por lo que le hice a los demás. Y no por otras tonterias, que se oyen a menudo y ya sabes a que me refiero.
Por supuesto que es dificil dar soluciones y más cuando ves los toros desde la barrera, pero sólo si somos personas preocupadas por las demás personas, en nuestros ambientes, iremos consiguiendo pequeñas soluciones que son las que resuelven los grandes problemas: al opinar, al escuchar, al votar, al...
No recuerdo donde he leido que un alto político de la Casa Blanca dijo: " los enfrentamientos árabes-judíos no se acabarán hasta que no se comporten como buenos cristianos." Sin llegar a esa boutade, si pienso que denunciado, sugiriendo en los pequeños/grandes ambientes donde nos movemos estamos contribuyendo a resolver problemas que existen desde hace miles de años.
En el primer comentario que publiqué en este blog yo invitaba a mis posibles lectores a poner su granito de arena para mejorar este mundo porque otro mundo mejor es posible. ( ¿Recuerdas Susana, tu cogiste tu cubo para ponerlo al lado del mío?)
En eso estamos.
Comparto tus reflexiones en su totalidad, salvo tu pertinaz optimismo. Yo también creo en la educación pero precisamente por eso soy más bien pesimista. Entiendo tu mensaje de que sólo si se educa en la tolerancia, se logrará poner fin a la violencia. Pero yo creo que si precisamente la humanidad va en sentido opuesto y se utiliza la educación para enfrentar a vecinos, entonces no hay motivo para el optimismo. Yo sinceramente no lo veo, Felipe. Dame indicios de mejora y intentaré sobrevalorarlos, pero ¿dónde están? ¿va la educación mejorando en el sentido deseado o es cada vez más penosa? ¿las nuevas generaciones de árabes y judíos son más tolerantes que la de sus padres o son más violentas desde su infancia? ¿crecen las escuelas mixtas árabe-israelíes con personal docente de la ONU, o sólo existen en mi imaginación? Parodiando al comentarista de la Sexta: DIMEEEEE ALGOOOOO FELIPEEEEE. Y es que si no ponemos un poco de humor es como para echarnos a llorar.
Un saludo, Felipe.
Un apunte personal: en el fondo te prefiero optimista:)
P.Gil.
Y sin embargo, se mueve...Dos pequeños ejemplos que recuerdo ahora mismo: jovenes soldados judios se resisten y se niegan a espulsar a árabes de sus casas; jovenes de ambas nacionalidades dan conciertos juntos, ( por cierto aquí en andalucía ha sido el último)
Ya sabes lo de Galileo, ... y sin embargo se mueve...
Y una pregunta: ¿se usa la educación para enfrentar? o más bien se usa la educación para otras cosas por desgracia. :):)
saludos
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