
El curso escolar se acaba, ha llegado la hora de las evaluaciones de los alumnos y de los profesores. Desgraciadamente no podemos evaluar a los padres que tanto han influido en los resultados de sus hijos. En buena lógica este curso debería haber sido un caminar hacia algo mejor. Mis compañeros y yo hemos intentado que los chicos y chicas que estaban con nosotros en las aulas caminasen hacia el respeto a las opiniones de los otros, que intentasen comprenderlos, que fuesen capaces de reconocer sus errores, que supiesen vivir en sociedad. Claro que también les hemos animado a que caminen hacia un mejor conocimiento de las matemáticas, de la lengua, del inglés, de la historia...
Pero hoy, a estas horas queda un regusto un tanto amargo, tantas ilusiones, tantos deseos ¿Dónde están? ¿En que se han quedado?¿Ha merecido la pena? No lo se. Quisiera pensar que si.

1 amigos opinan:
desde mi punto de vista ha merecido la pena; y si el resultado no se ve ahora, a largo plazo a algunos de los hoy alumnos les bastará mirar atrás para darse cuenta de lo que vivieron;
ojalá la educación no se confunda con la enseñanza,
ojalá tantas otras cosas... que más que para un blog sobre educación darían para varios libros :D
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