"Era una vez un Principito que habitaba un planeta apenas más grande que él y que tenía necesidad de un amigo".
"El planeta de donde venía el Principito era el asteroide B 612", aunque eso poco importa a no ser que lo que se pretenda sea encasillar al vecino según mil convencionalismos. Afortunadamente nadie preguntó al Principito en que patera había llegado o si tenía papeles o no y eso, aunque él era consciente de ello resultó ser de gran alivio en su búsqueda de la amistad. Podía seguir soñando y aprendiendo. No representaba ninguna amenaza ni le eligieron como cabeza de turco para acallar protestas o sediciones. Nadie le cacheó ni le hizo vaciar su mochila. Era simplemente inofensivo .Le basta con charlar y aprender, aunque no comprenda del todo. Ni juzga ni condena.
Para keep walking en la fiesta de su Murcia.
Leído en elboletin salesiano
1 amigos opinan:
ey! muchas gracias felipe; en el día de murcia y con una dedicatoria tan especial como el principito; has dado en la diana, a mí es hablarme de rosas, zorros y pozos en el desierto y tenerme rendida a tus pies; y además me has hecho plantearme si demasiado a menudo me olvido de simplemente charlar y aprender... sin juzgar ni condenar, saludos! nos leemos
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