qué hacer con el no hacer

Úbeda, patrimonio de la humanidad


Vacaciones. Empiezo mis vacaciones. Me han hecho un regalo. Me han regalo tiempo. ¡Me he convertido en dueño de mi tiempo! Hasta ahora el tiempo ha ido marcando el ritmo de mi vida, como si fuese su esclavo. Ahora puedo ver como llegan las horas, puedo elegir alargarlas, dejarlas pasar, perderlas. Tengo tiempo, pero ¿Para qué? ¿Para dedicarlo al encuentro de los otros y gozar con su presencia? ¿Para leer ese libro que no termino de empezar? ¿Para personalizar este blog hasta donde sea capaz? ¿Para estar? Titania me diría ¡para amar!, Karina me diría ¡arriésgate, pon creatividad en tu vida! Susana me animaría a buscar la verdad. Y yo tengo que terminar dándoles la razón a todas, las mejores vacaciones serían aquellas en las que tenga tiempo de estar, de soñar y de amar, de saber que hacer con el no hacer.