¡Nunca más!

A las 8.15 de la mañana del 6 de agosto de 1945, el bombardero estadounidense bautizado Enola Gay, pilotado por el comandante Paul Tibbets, lanzaba sobre la ciudad japonesa de Hiroshima la primera bomba nuclear de la historia.

Era el fin de la II Guerra Mundial y el comienzo de la era atómica. La bomba mataría de un solo golpe a 100.000 personas, provocando formas hasta entonces desconocidas de sufrimiento humano.

El estadounidense John Hersey fue uno de los primeros periodistas extranjeros que llegó al lugar de la explosión. Su testimonio, publicado inicialmente en el ‘New Yorker’, es considerado como un clásico de los reportajes de guerra.

Podeis leer su crónica en español Le Monde Diplomatique y gritar conmigo: ¡Nunca más!

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