Ligeras brisas empiezan a aparecer por el horizonte. Sin lanzar las campanas al vuelo se perciben actitudes nuevas que pueden dar resultados positivos en diferentes campos.
En televisión – aparte de esperar la aparición de Cuatro, el nuevo canal, - se pondrán en antena programas de sobremesa donde no habrá noticias del corazón. Con optimismo exagerado puede ser el principio del fin de los programas telebasura donde nos cuentan quien se acuesta con quien y demás cosas por el estilo.
En Barcelona, existe un clamor contra los comportamientos incívicos que ha llevado al ayuntamiento a poner en marcha una ordenanza municipal en la que quedará claro que quien la hace la paga, buscando terminar con la permisividad actual. En la misma se dice que los ciudadanos evitarán ensuciar la calle, realizar en ella actividades biológicas, escupir, tirar chicles o cigarrillos, abandonar basuras, etc.
En este verano se ha levantado a cerca de 7,000 personas que dormían en la aceras, se ha denunciado a 409 que orinaban en la calle y expedientado a 180 grafiteros. Parece que corre cierto vientecillo…
También en asuntos más serios corren ligeras brisas, empiezan a oírse voces pidiendo que se replantee el tratamiento económico a los matrimonios estables y con hijos. Las ayudas familiares han ido disminuyendo en todos los sentidos y si no queremos tener problemas demográficos y de crecimiento deberá replantearse su fiscalidad entre otros apartados.
Y finalmente, también en Cataluña, las autoridades académicas elaboran un decreto para acabar con la violencia escolar, buscando prevenir y corregir conductas inadecuadas, xenofóbicas, discriminatorias para los alumnos más pequeños, así como daños a instalaciones y a alumnos. Los padres serán los responsables civiles de los daños ocasionados y la dirección del centro deberá poner en comunicación de la autoridad fiscal cualquier hecho que pueda ser delito o falta perseguible penalmente.
¡Nos movemos!
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En televisión – aparte de esperar la aparición de Cuatro, el nuevo canal, - se pondrán en antena programas de sobremesa donde no habrá noticias del corazón. Con optimismo exagerado puede ser el principio del fin de los programas telebasura donde nos cuentan quien se acuesta con quien y demás cosas por el estilo.
En Barcelona, existe un clamor contra los comportamientos incívicos que ha llevado al ayuntamiento a poner en marcha una ordenanza municipal en la que quedará claro que quien la hace la paga, buscando terminar con la permisividad actual. En la misma se dice que los ciudadanos evitarán ensuciar la calle, realizar en ella actividades biológicas, escupir, tirar chicles o cigarrillos, abandonar basuras, etc.
En este verano se ha levantado a cerca de 7,000 personas que dormían en la aceras, se ha denunciado a 409 que orinaban en la calle y expedientado a 180 grafiteros. Parece que corre cierto vientecillo…
También en asuntos más serios corren ligeras brisas, empiezan a oírse voces pidiendo que se replantee el tratamiento económico a los matrimonios estables y con hijos. Las ayudas familiares han ido disminuyendo en todos los sentidos y si no queremos tener problemas demográficos y de crecimiento deberá replantearse su fiscalidad entre otros apartados.
Y finalmente, también en Cataluña, las autoridades académicas elaboran un decreto para acabar con la violencia escolar, buscando prevenir y corregir conductas inadecuadas, xenofóbicas, discriminatorias para los alumnos más pequeños, así como daños a instalaciones y a alumnos. Los padres serán los responsables civiles de los daños ocasionados y la dirección del centro deberá poner en comunicación de la autoridad fiscal cualquier hecho que pueda ser delito o falta perseguible penalmente.
¡Nos movemos!